La Cultura en México y el Pueblo Bueno

W, México, abril 2020.

Dos escritores y músicos, minimizados por su propio pueblo.  
No quiero empezar con retórica aburrida, pero es importantísimo recordar la definición escueta de la Democracia como “Gobierno del Pueblo”, pues es el principio fundamental en que descansa esta discusión entre plebeyos.

Cuando se culpa al gobierno de los graves problemas en el país y de los ciudadanos, siempre invoco y evoco con ahínco que somos Democracia, es decir, culpar al gobierno es culpar al propio pueblo, se culpa a sí mismo sin incluirse personalmente como pecador, y esta disertación es otra evidencia de ello:

Desde 2019 la oposición del Poder Ejecutivo Federal y de su partido político, ha hecho lo suyo usando a los ciudadanos emocionalmente inconformes, principalmente desde las redes sociales virtuales, quejándose de todo lo que hace o no hace el gobierno federal, sin detenerse en examinar la gravedad del problema, que radica en el propio pueblo, y en segundo lugar en los funcionarios y representantes públicos.

Hubo y hay recortes presupuestales en el área de Cultura y de inmediato los opositores políticos ab-usando de las emociones de los antipáticos del presidente de la república, han lanzado la campaña, más que reclamo, que “el gobierno” quiere eliminar la cultura en México, si de por sí. En contraste los simpáticos del presidente Andrés López, contra atacan postulando que tales recortes en realidad son reajustes al golpear la corrupción en dichas instituciones que administran la cultura y las bellas artes, y otros agregan por la “austeridad republicana”, que se ocupan más centavos para los pobres. Pero ninguno, simpatizante o contrario, en suma el Pueblo Bueno, han sido capaces de ver o no han tenido el valor de hacer examen de conciencia y reparar que el problema es sí mismo, el  Pueblo Bueno que reúne simpatizantes, detractores e indiferentes, son el problema más que los recortes o reajustes que haga “el gobierno”.

El ex presidente Enrique Peña lapidó al Pueblo Bueno un lustro atrás, al calificarlo como culto en corrupción, sí, en México la corrupción es cultura, y es así “el arte” más popular y de moda en todos los puntos cardinales y en cada estamento en décadas, que tanto Andrés como Enrique reconocieron implícita o explícitamente.

El Pueblo Bueno que ilusiona Andrés Manuel, es en realidad un Pueblo Corrupto e hipócrita, aunque no lo acepte, aunque cada mañana caiga en la contradicción de hablar del Pueblo Bueno de México y a la vez calificar de fifís y conservadores a miles, pues no son cien, como se aferra en creer.

Ante la queja amarga y cínica del opositor de los recortes en cultura, surgen las interrogantes que enjuician al Pueblo Bueno:

¿Cuántos mexicanos tienen como hábito por convicción ir al teatro? Bien, hay millones que no tienen, o aparentemente no tienen esa oportunidad, pero hay otros millones que sí, de esos cuántos tienen la costumbre periódica de apoyar el teatro, actores y actrices mexicanos, y no de esos surgidos de la TV, sino de las organizaciones municipales y estatales, e independientes.

¿Cuántos mexicanos han leído escritores nacionales y de su región? ¿Si quiera pueden nombrar diez? Y restando los “históricos” literatos,  ¿cuántos obras de escritores contemporáneos regionales han apoyado y leído?

¿Cuántos mexicanos acuden a museos y presentaciones de pinturas y artes plásticas de artistas locales del presente? ¿Cuántos reciben apoyo del “gobierno”? ¿Cuántas pinturas has comprado para aportar al bello arte local?

¿Cuántos mexicanos conocen y reconocen a los grandes compositores mexicanos? ¿Y locales coetáneos? Aunque sean grupos de rock, jazz, blues, ensambles. ¿Cuántos álbumes han adquirido para apoyar a los músicos locales? ¿Van con frecuencia a sus presentaciones a bares, cafés, teatros,…?

¿Qué libertad de creación han tenido los egresados de Arquitectura? ¿Sobra mencionar historietas, cine independiente, diseñadores de moda y vestido? ¿Qué se conoce y se compra de ellos?

A parte de la corrupción, las telenovelas, los programas humorísticos, y cine comercial de actores y actrices televisivos, ¿qué puede presumir o nombrar el mexicano como su cultura?

Con esta inquisición, sin necesidad apriorística de evaluar si los recortes fueron acertados o no, el problema deviene del propio pueblo y sus pésimos gustos, la mayoría impuestos por la TV abierta, por cierto. ¿Sobra también remembrar los clásicos de humor de Televisa y TV Azteca? ¿Sus telenovelas, sus concursos de baile y canto? De los que han surgido en su mayoría gente sin talento, pero que la marca comercial logra darle el impulso, y es la que la gente conoce y reconoce como su cultura.

Insisto, sin entrar en la discusión si los recortes y re acomodos fueron adecuados, a priori ¿en qué afectan lo que ya es y ha venido siendo? Una bazofia cultural e hipocresía de los quejosos y de todo el pueblo bueno.

Para los que conocemos y convivimos con artistas: músicos, pintores, escritores, arquitectos, actores, actrices, plásticos, diseñadores; han tenido una realidad bastante infame, su pasión y trabajo para empezar no está en las bolsas de trabajo ni en periódicos. Los Ayuntamientos y Entidades no tienen planificación ni coyuntura, ni conocen a sus artistas como para impulsarlos, basta preguntarles a los funcionarios las cuestiones anteriores y darse cuenta que ni conocen, ni apoyan, y no es prioridad en la Función Pública y su visión de Gobierno.

También me salto el doloso tema de las becas y apoyos a los asegunes artistas reconocidos por el “gobierno”, y si tales obras han valido la pena, han valido la inversión del erario, en dónde están, qué le aportan a su pueblo o a la humanidad, de perdis. 

En tanto el Pueblo Bueno, no apoye a sus artistas locales, “el gobierno” tampoco lo hará, y sobrará discutir de recortes, y el ilusorio apoyo que recibe de los gobiernos estatales y municipales.

La Salud no está en los hospitales, consultorios, ambulancias, en ellos solo hay enfermedad, decrepitud y muerte. La Salud está en las deportivas, en la Educación Física, en las escuelas, en los restaurantes y fondas, en la Cultura y las Bellas Artes, que procuran una mente y cuerpo sanos. La Cultura es Salud.  

Esperando lo mejor para todos, salud total y que todo sea para bien.

Ciudadano inculto y malvado, W.

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