El Covid-19, el virus económico


W, 04/2020, México.



El coronavirus SARS-cov-2 no solo es o no solo ha sido un virus que afecta el organismo individual, que ha puesto en evidencia la realidad de los sistemas nacionales y la Organización Mundial de la Salud al ponerlos en cuarentena, mostrando su vulnerabilidad al haber sobrepasado su capacidad de respuesta.

Peor, este virus ha trascendido la materia orgánica para infectar los sistemas económicos y sociales nacionales y mundiales, como ninguno hasta ahora. Ha puesto en cuarentena los mercados, las economías nacionales y locales.

Aunque no sobra revisar lo sucedido en otros países, estudiar lo que ha ocurrido en nuestro México, es suficiente para nuestros intereses políticos, económicos, sociales, y sobre todo domésticos.

En un país de más de 40 millones de pobres, decidir entre vivir con hambre o vivir enfermo; entre satisfacer al menos las necesidades fundamentales o quizá morir en el intento, es una dicotomía obligada e indeseada para políticos y pobres.

Filosofando, la pobreza no se mide en los huesos y el hambre, sino en la falta de oportunidades: educativas, sanitarias, comerciales, artísticas, deportivas, informativas, recreativas, ornamentales, etc. Los pobres no mueren de inanición, mueren de abandono, de subestimación, de discriminación. Conforme el poder adquisitivo actual, para obtener esas necesidades se ocupan al menos mensualmente $12 000.00  pesos mexicanos en suma generados por una familia, integrada idealmente por los papás y máximo tres vástagos. O sea una familia pobre es aquella que actualmente obtiene en suma, ingresos menores de $12 000.00 mensuales (ya ni mencionar la pobreza extrema y la indigencia. Los operadores y obreros de fábricas al menos en Guanajuato ganan en promedio $5000.00 mensuales de forma ordinaria). Lógicamente la situación empeora en una pobreza relativa si hay más integrantes en la familia, más hijos, abuelos, parientes, mascotas; de la que el Estado y su Gobierno sí pueden deslindarse. Esto lo sostengo como “señora de la casa” que soy, desventaja que tienen los economistas académicos y asesores gubernamentales, y los políticos ajenos a la pobreza estructural o de plano los gandallas. Saber cuánto se ocupa de ingresos para el pasaje, las tortillas, los frijoles, el huevo, el servicio de agua, de luz, de teléfono, de útiles escolares,… y unas dignas vacaciones de al menos una semana, es lo que me da autoridad para afirmar estos números, y que me corrijan los de abajo que son los que saben, no los de arriba.

Los peros de evidencia:

-          A diferencia de un genocidio por inanición que extermina en  pocos años a gran parte de la población a la que va dirigido selectivamente el golpe, la pobreza estructural es una estrategia política y empresarial para incrementar la riqueza en su sector, manteniendo y generando consumo en los sectores medio y bajo, de manera indefinida, controlando el acceso a más oportunidades que los alejen precisamente del consumo teóricamente innecesario.

-          Los pobres y medios, son los que al ser consumidores, sostienen la riqueza de los grandes empresarios. Si solo la clase alta consumiera en tiendas de autoservicio, departamentales, restaurantes, comprara automóviles, fuera al cine, etc. Los ricos no serían ricos.

-          Si no todos, la mayoría de grandes empresarios buscan incrementar su riqueza y lujos abriendo más sucursales, rentando la franquicia, o invirtiendo en otras fuentes de ingresos.  Eso de que son generadores de empleo, es la carnada o chantaje político, pues la mayoría de sus empleados ganan mucho menos de $12 000.00 mensuales, y otros menos de $20  000.00, que son los grandes consumidores, regresando su salario a los mismos empresarios que los contrataron al comprar sus productos o servicios. ¿Para qué generar utilidad imposible de gastar en una vida? ¿Para qué generar utilidad que satisface las necesidades en todos sus niveles con menos de $150 000.00 mensuales para una familia de los papás y tres hijos?

-          Empresarios crean productos obsolescentes o de calidad paupérrima, y servicios incompletos para perpetuar la dependencia de consumo.

-          Los impuestos seguros y constantes que recaudan los estados y la federación, provienen principalmente de la clase media, ya sea como asalariados, asimilados, honorarios, emprendedores micro y pequeños empresarios. Sabemos ya con evidencia que se aferra a ser censurada, la condonación de impuestos y rescates políticos a las grandes empresas y bancos.

-          Las contribuciones a la seguridad social provienen principalmente de la clase obrera y oficinistas, clase baja y media baja.

-          El sector informal, el autoempleo, los tianguis se multiplicaron desde los 70s SXX, siendo millones que se dedican a ellos: venta de ropa usada, nueva de baja o media calidad, fayuca, comida chatarra, garnacha, taquerías, fondas, tiendas de abarrotes, juguetes, adornos, entre otras cosas. Hasta vemos ese cicloide de gente jodida que compra ropa usada, para venderla a gente más jodida aún. ¿Por qué se multiplicaron? ¿Qué provocó la devaluación y depreciación del peso mexicano de manera frecuente en los últimos 40 años? ¿Por qué los millonarios siguen siendo millonarios? ¿Por qué cientos de políticos y líderes sindicales se hicieron millonarios en estas cuatro décadas? ¿Qué tanto influyó la privatización de empresas estatales?

-          ¿Sobra mencionar que los principales consumidores de drogas sintéticas son la clase media y baja? ¿Es irrelevante?

-          Esos millones de autoempleados,  “micronegocios” y tianguistas, solo reportan la contribución municipal por el derecho de piso, si acaso. No reportan en su mayoría contribuciones federales ni estatales. ¿O cuántos taqueros, tenderos, carniceros, carpinteros, herreros, doña pelos, vulkas, agencias de bicicletas, peluquerías, consultorios, etc. Tienen terminal bancaria, facturan?  Aún sin esa millonaria evasión de impuestos, los ricos siguen incrementando sus riquezas, los políticos también. Porque a la fecha, la deuda pública con el FMI, el Banco Mundial, la banca nacional es prácticamente impagable, ¿por qué o cómo?

 Ya con esas aseveraciones, postulados o peros es que se puede apreciar que los mayores afectados por el sitio económico, llamada "la cuarentena" y su histeria colectiva, en su poder adquisitivo, son  los emprendedores micro y pequeños empresarios, y en segundo lugar la clase baja y media baja del sector privado. Y que irónicamente al reducir su consumo o trabajo, reducen los ingresos de las grandes empresas, pobrecitas. ¿O qué, no fue notorio que los más beneficiados son las cadenas de autoservicio? Las secuelas de la infección económica o crisis que puede dejar, se pronostican fúnebres para la clase media emprendedora, quizá para la clase alta baja, y también para la clase baja en caso de un desempleo masivo. Todos deseamos que no. Y millones seguiremos entre decidir vivir con hambre y mendigar las necesidades básicas, buscando la papa, o enfermar o hasta morir de Covid-19, ¿qué será más digno? ¿Cuántos votos se perderán?

Los bancos y los gobiernos estatales están jugando al populismo vendiendo rata por liebre, se dicen solidarios, pero al leer sus cláusulas y decretos, simplemente están jugando a no perder, posponiendo pagos o dando préstamos, pero jamás de los jamases condonando o reduciendo pagos; si no son pendejos, pendeja la gente que les cree. Diría que el gobierno federal también está jugando al populismo con la cuarentena, pero caería en una contradicción no evidente para sus opositores, pues al recibir miles de críticas por falta de insumos, por no darle seriedad a la pandemia, por no condonar ni posponer pagos y declaraciones fiscales, eso es total antipopularidad, aquí la pregunta, ¿por qué no lo ven los opositores?

Los números son el principal enemigo del Covid-19 como un virus y enfermedad grave, y que apuestan a que es más un virus financiero, ¿implantado? No soy amante de las teorías conspirativas, pero si parece pato, tiene pico de pato, patas de pato y le hace como pato... He aquí algunos números contra el Covid-19:
1) 2018 más de 100 000 muertos por Diabetes mellitus, ¿sí había camas, personal e insumos en ese entonces? ¿Cuántas emergencias por difunto? ¿Sí había ventiladores suficientes?
2) 2018 más de 150 000 fallecidos cardiogénicos, mismas preguntas y se van sumando.
3) 2018 más de 27 000 occisos por neumonías, mismas preguntas, se van sumando, y además, cómo explican mis colegas tantas neumonías sin Coronavirus. Según las tasas de crecimiento los números han sido elevados cada año, ¿por qué extrañarse este 2020 por tantas neumonías atípicas?
4) 2019 más de 400 000 muertos (negros pobres) por malaria en África, mismas preguntas, pero en contexto geopolítico.
5) Marzo 2020, 300 asesinatos en Guanajuato. 20 defunciones por gripe A H1N1.

Los números no avalan la histeria colectiva, cuando hay una decena de causas de muerte y emergencias que superan al Covid-19, que si bien han afectado mercados, no los sitiaron.

Como emprendedor o micro empresario, ya empapado de contabilidad y finanzas en estos últimos ocho años,  pedir préstamos crediticios es una apuesta que ninguno queremos, es venderle tu alma al Diablo, que si bien el Diablo nos puede dar riquezas, pero habremos perdido nuestra alma. Primero muero de Covid-19 que por hambre.

¿O es un genocidio planificado?


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