Pues son uniones que van en contra de
los mandatos divinos y hasta del civismo. Si Dios le dijo a la humanidad
“crezcan y multiplíquense”, no creo que se haya referido de manera
irresponsable y desinformada, y si lo dijo el Supremo Señor fue para conservar
la armonía y conducir a la prosperidad de los individuos y la sociedad. Crecer
y multiplicar la abundancia y los valores en bienestar de todos, no creo que
nos desee lo contrario.
Hablando con mayor seriedad, hay
hechos, y por definición no son discutibles como las suposiciones o los
modelos, son hechos. Hecho es que la orfandad es causada por las uniones
heterosexuales, en su mayoría desinformadas e irresponsables. Hecho es que la
homosexualidad no apareció de la nada ni por magia, se originó en familias
heterosexuales, cristianas, judías, tribales, musulmanas, y en cualquier
ideología. Si fue dentro de sociedades cristianas, con alarde de santidad, y de
consideración antinatural, habría que poner en duda la eficacia de la santidad,
su fe y sus valores, de otra manera cómo explicar tal infamia. Los eunucos son
personalidades intencionadas por señoríos y no son vistos como algo pecaminoso,
pues fue adrede. Hecho es que desde tiempos primigenios e indeterminados el
gusto sexual en diversas culturas ha sido patente, el incesto, la ninfomanía,
la prostitución, los eunucos, la bisexualidad, la pederastia; de manera común y
en muchos casos, aceptadas como voluntarias y naturales. Hecho es que
independientemente de los gustos sexuales, y de las formas maritales, la
monogamia, poligamia o poliandria, los hijos son producto entre un hombre y una
mujer, eso no es discusión, sin embargo en todas ellas se puede presentar la
homosexualidad y preferencias sexuales, que se repite, tampoco depende la
ideología o religión. Hecho es que muchos niños han sido criados por los
abuelos, tíos, parientes, vecinos, conocidos o desconocidos, y no garantiza
homosexualidad ni mucho menos desviaciones de cualquier tipo. Quien cría
aprehende amar a la criatura, comprobado, y con la misma fuerza que si fueran
propias. Quien ha sido criado, aprehende amar a quien lo educó y mantuvo,
reconociendo los títulos de padre y madre en personas que no fueron los
progenitores. Y eso, tampoco garantiza ninguna desviación o patología, todo
depende de valores y naturaleza. Valores en cuanto personas educadas,
instruidas y con principios éticos. Naturales, cuando a pesar de una buena
educación y valores existe la preferencia, que en sí misma no vitupera valores
superiores, como la honestidad, la verdad, la justicia, la amistad, la responsabilidad.
Los principios éticos y cívicos son independientes de la diversidad sexual y formas
conyugales. Hecho es que no hay complot histórico machista que haya impuesto
las muñecas a las mujeres, y los carros a los hombres, aunque la tendencia es
imponer esos gustos, cada niño y niña elige lo que puede elegir, cada papá,
tutor, abuelo, lo sabe, no imponen juguetes todo el tiempo, pues en determinado
momento son ellos y ellas quienes saben qué pedir, que se pueda cumplir ese
gusto, es otro problema. Sí, intriga y hasta puede llegar a molestar que una
niña pida monitos o carros, pero si así lo desea, son raros los padres que
impondrán un juguete al final. Son raros, piensen en ellos. Por el contrario es
raro que un niño pida muñecas, y no por imposición, sino por auténtico gusto,
eso lo saben todos los papás, mamás y niños; habrá quienes pidan solo balones y
pelotas, otros carros, otros juguetes de acción, otros juegos de videos, otros
bicicletas, patines, etc. La variabilidad es patente, es un hecho, y si los
niños no piden muñecas, es porque complejamente para quien no ve la simpleza,
es porque no son de su gusto, pero hay muchos que hemos jugados con ellas, y
definitivamente no se acomodan a los juegos personales.
Hecho penúltimo, es que la vocación, profesión
u oficio en un infante no depende de sus gustos sexuales o género, si fue
criado por sus padres, abuelos, tíos, homosexuales, hermanos, o
extraterrestres; las aptitudes y actitudes ante la vida, valores superiores
para la civilización que el placer sexual, depende más de los prejuicios o
status quo en donde se desarrollan los individuos; tan “simple” que en una
comunidad esclavizada y explotada por la guerra o negocios turbios, poco
importa para el esclavista como para el esclavo la identidad de género, al
primero le importa la mano de obra, y al segundo su libertad, solo su libertad.
La amistad es un matrimonio auténtico
entre dos o más personas, que supera contratos sociales, el bello arte social
por excelencia, la simbiosis superior. Si no hay sexualidad es por gusto, sin
embargo es también patente, hecho, que en la amistad existen las relaciones
sexuales. Y la amistad implica conocimiento, paciencia, tolerancia, votos, que
se le exigen a los contratos nupciales, y en la amistad
son tácitos, son cuestión de honor, de deber, de amor.
Lamentablemente los cayos
generacionales religiosos imponen la monogamia, que están tan irracionalmente
arraigados, que superan y minimizan los adulterios y la fornicación premarital,
no es del todo culpa del individuo, pues es inercia social.
Quizá sobre referir la homosexualidad
y preferencias en otras especies, como las palomas, los perros, simios; la
asexualidad o hermafroditismo, que son tan naturales que a la fecha Dios no ha condenado
al fuego del infierno, tan semejantes blasfemias en especies inferiores, creo.
Último hecho, las uniones homosexuales
como la adopción se pueden hacer, se hacen y se han hecho sin necesidad de
papeleos o bullas, se hacen y punto. Y así como en el romance monogámico
heterosexual, lo mejor en todas las uniones, de dos, tres, iguales o diferentes,
es el enamoramiento auténtico, racional, libre de prejuicios y de papeleos. Lo
demás es lastre que causa problemas innecesarios.
Por un mundo mejor, muy buen día, muy
pero muy buen sexo, y que todo sea para bien.
Los tríos son la onda, W.
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