"El pez por su boca muere"
Por 5 años prácticamente, fui asesor en "la educación para adultos", algo que me permitió, tanto mejorar la impartición de cada materia, en este caso, la que llamamos Español; y darme cuenta del enorme valor de cada tema, máxime, el Circuito de la Comunicación.
El tiempo de asesoría es exageradamente limitado, tienes que ser contundente, que les quede claro para aprobar su examen, más el valor agregado, que lo lleven a sus vidas. Esto último lo tomé con pasión, más que en serio como lo suele exigir el sistema educativo, desde hace algunos años. La razón, mi propia vida, mis propios problemas, en los que veía que cada tema, cada materia alimentaba la asertividad de mi conducta, de mi actitud ante la sociedad, como ante la naturaleza. Aprehender Ciencias Naturales y Exactas, me permite entender el ecosistema, sus factores bióticos y abióticos. Aprender Ciencias Sociales y Español, me permite reforzar la filantropía, y adelantarme a los problemas y necesidades de mi prójimo, comenzando con mi familia, amigos, conocidos, desconocidos, y enemigos. Y un tema fundamental para la socialización, es el Circuito del Habla.
El tema no es complicado, y me daba un tiempo de más, para ahondarlo hasta llevarlo a la jurisdicción de las Ciencias Sociales, lo que hace congnoscitiva, pragmática, y rotunda, la asimilación del mismo por el atareado adulto.
El Circuito, decía en síntesis, formalmente tiene tres elementos pristinos: emisor, mensaje, y receptor. Y otros tres complementarios pero igual de importantes: código, canal, y contexto.
Los tres primeros son casi axiomáticos de asimilar, por lo que le dedicaba mayor tiempo a los restantes, los cuales, entenderlos bien, no solo significaba aprobar el examen, sería, comprender y mejorar la comunicación con su prójimo al salir del círculo de estudios.
¿Cuántas veces comprendieron mal o alguien les entendió diferente?
¿Cuántas veces se han arrepentido por algo que han dicho? Quisieran hasta regresar en el tiempo para cambiarlo...
¿Cuantas veces se han quedado callados o impotentes ante algo que exigía su apelación?
¿Cuántas veces les han mentido o ustedes lo han hecho?
¿Usan el mismo lenguaje y sus recursos con los niños, los jóvenes, los adultos, o los seniles?
¿Qué tan importante es la comunicación, comunicarnos correctamente?
¿Creen que las aves, los perros, la abejas, y todos los seres vivos se comunican?
... Cuestionaba a mi gente, abstrayéndolas a situaciones que simpatizaran con el tema.
Código: si no valoran y aprenden a escribir, y hablar bien, es y será tropiezo frecuente para comunicarse con sus hijos, su pareja, sus amistades, y la gente en general. Eviten problemas, ortografía, caligrafía, diccionario, deben ser el ángel de su habla.
Canal: prefieran hablar de frente, no se escondan en mensajes de texto electrónicos. Si no queda de otra, pues usen la carta, el teléfono, la internet, pues subestimar el lenguaje no verbal es fundamental para simpatizar, si de por sí, de frente suele ser subestimado y mal interpretado, no lo demeriten nunca. Peor, pueden transmitir cobardía, mentiras, desconfianza... muchos problemas espurios de los cuales entorpecen la funcionalidad familiar y amistosa.
Contexto: el más subestimado y mal usado. Siempre, pero siempre tomen en cuenta el entorno, el ambiente en el que se desarrolla el mensaje. Cada elemento del medio es cardinal para comprender las palabras, actitud y conducta del emisor o receptor. No es lo mismo decir: "te amo", con una pistola apuntando la cabeza, en un altar, en un hospital, de frente, tras un teléfono, tras un mensaje, tras un enojo, tras una locura, tras un engaño... tengan mucho cuidado en no cortar el contexto. Si ustedes aprecian los perros, y al dar la vuelta a la esquina ven a un hombre pateando hasta matar uno, ¿quén piensan? ¿Qué les genera? ¿Ya me preguntaron qué raza es? ¿Ya observaron su alrededor? ¿Y si les digo que minutos antes de que ustedes viraran en la esquina, el perro mordió de gravedad a un anciano que lo soltó hasta que varios transeuntes, entre ellos ese hombre, lograron quitar al can? Si el perro fue provocado o no, tampoco lo saben, y todo eso que ignoraron, es el mentado contexto. Desmenúzenlo hasta estar seguros, la creencia no es buena: es que yo creía, es que yo pensé... mejor asegurarse que vivir creyendo, y que eso no genere prejuicios y problemas bastardos.
Pero, ¿esto será todo para tener un Circuito completo? La gente en general, no sabía qué decir, no sabe, se encierra es elementos puramente intelectuales, faltan los sentimentales... les decía...
Por mucho que tengan satisfechos todos estos elementos, les permitirá aprobar su examen, pues ya los dominarán, pero para nada garantizan que siempre funcione al platicar con el marido, los pubertos, los chiquillos, los familiares...
Por mucho que tengan los elementos satisfechos, son infuncionales si falta confianza, sinceridad, lealtad, iniciativa, coherencia, empatía, contrición, solidaridad, fraternidad, paternidad, humanitarismo, justicia, equidad... lenguaje no verbal.
Cada cosa ha sido piedra de tropiezo para todos, para mí.
Lamentablemente muy pocos fortalecen la confianza, todo lo contrario, la mentiras, la imprudencia (hablar de más), el prejucio, el silencio; enferman toda relación, y pareciera que lo hacen adrede e inconsciente, tantas veces mis llamados amigos/as, no se explican mi actitud hacía ellos/as, olvídándoceles, engaños, imprudencias, prejuicios, secretos, que sobran por definición en la amistad, como en la familia. Si esto ocurre en nuestro "círculo de confianza", cuanto más con compañeros y conocidos.
La honestidad siempre debe ser el raspaldo de nuestra honra. En una amistad o familia, jamás debe haber mentiras ni información a medias. Por mucho que los demás vean la mentira como algo natural y hasta obligatorio, uno no debe dejarse llevar por ella. La amistad-familia, es uno de los valores más caros, como para perderlo por infames migajas hipocresías o falsos testimonios. No hay que dejarse seducir, por ese patológico pensamiento, que una mentira evita tristezas, enojos, frustraciones, depresiones... no hay mentira que llegue a vieja, y deshonra la amistad como la verdad en sí.
La iniciativa es una tip mágico que abre a la oportunidad de estar bien, externa como internamente, es un escudo contra quien sea para sostener: de mí no quedó.
Cuando uno no atraviesa por todas las circunstancias de la vida, está obligado a empatizar con el emisor, de lo contrario, sembrará subestimación, humillación, cosechando presunción y hasta discriminación. Romperán la confianza tan rápido como políticos.
Arrepentirse y demostrarlo con hechos e iniciativa, no tiene comparación en la familia, amistad, y profesionalismo. No hay más honra que aceptar el error y esforzarse en corregirlo. La confianza se recuperará tan pronto como engordar con pizza.
Coherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace, es quizá una de las virtudes más complicadas de lograr, pero la suficiente para desarmar toda difamación, calumnia, e hipocresía.
Si uno expresa, se manifiesta con fraternidad, con solidaridad, con imparcialdiad, con equidad, etc. Sorprendentemente, causa conflicto inclusive con la familia o amigos, para quienes los "memes" los tienen sugestionados con infravalores, sin embargo, persistir en la virtud, hace que te hagas la persona más confiable, incluyendo a tus enemigos, quienes verán en eso, tanto tu peor debilidad, como el arma más mortífera contra todo status quo contaminado.
Es lamentable que te tengan que ver llorando o iracundo para que te tomen en serio, y le den el valor adecuado a tu mensaje, que estrictamente hablando, son las mismas palabras.
Una de las cosas que me parece más increíble, es la depreciación del lenguaje no verbal. Con frustración y encono, he atestiguado que "todas" las personas son incapaces de valorar correctamente el mensaje, al ponerlo en función del lenguaje no verbal. Aunque diga el mismo mensaje, no sé: "tengo SIDA", por ejemplo, si lo digo serio, triste, llorando, enojado, contento; cada tono, cada ademán, o gesticulación, le brinda valor o significado diferente a mi enunciado. Mostrando la incapacidad en la objetivadad. La mayoría necesitan ver a la persona empapado en lágrimas o enojado, para simpatizar o empatizar, de otra forma, si perciben seriedad, tristeza, o peor, alegría, menguan el valor casi a la indiferencia, y a preguntar solo por compromiso, por muy grave o importante que sea la situación para el emisor. Se les olvidan sus propias recomendaciones de adulto: uno no puede estar todo el tiempo llorando o enojado, al mal tiempo buena cara, y a Dios rogando y con el mazo dando. Uno como adulto sabe, que se debe tomar su tiempo para chillar o sacar el enojo, pero después de ese rato, horas o día, se debe adoptar actitud de resolución, mecanismo de sublimación, dirían los sicoanalistas, es decir, de superación. Pero toda esta cantaleta de adulto, parece insignificante para la gran gran mayoría, que exige enojo o murria extrema para considerar la importancia o gravedad de las cosas. Si le dices a tu hijo: no te bajes de la banqueta, te pueden atropeyar, pasan muchos coches; noooo, tiene qué ser awevo enojado o plañidero, si no, no te hacen tanto caso. Si le dices a un amigo con algo de nostalgia: me corrieron de mi trabajo. No pasa de un "chale", "échale ganas", "no te dejes", "a buscarle", y mamadas así. Si se lo dices exacervado o muy deprimido, es cuando se permiten considerar que eso es cardinal o grave para el emisor, pueden callar o modificar las frases, siendo más honestas y reales.
Esta subvaloración, deja ver que los adultos, lo son solo físicamente, pues mentalmente, siguen siendo niños que se les tiene qué gritar o pedir llorando que no se crucen a lo pendejo las calles, pues de otra forma, los pendejos y pendejas, no entienden.
Es lamentable que te tengan que ver llorando o iracundo para que te tomen en serio, y le den el valor adecuado a tu mensaje, que estrictamente hablando, son las mismas palabras.
Una de las cosas que me parece más increíble, es la depreciación del lenguaje no verbal. Con frustración y encono, he atestiguado que "todas" las personas son incapaces de valorar correctamente el mensaje, al ponerlo en función del lenguaje no verbal. Aunque diga el mismo mensaje, no sé: "tengo SIDA", por ejemplo, si lo digo serio, triste, llorando, enojado, contento; cada tono, cada ademán, o gesticulación, le brinda valor o significado diferente a mi enunciado. Mostrando la incapacidad en la objetivadad. La mayoría necesitan ver a la persona empapado en lágrimas o enojado, para simpatizar o empatizar, de otra forma, si perciben seriedad, tristeza, o peor, alegría, menguan el valor casi a la indiferencia, y a preguntar solo por compromiso, por muy grave o importante que sea la situación para el emisor. Se les olvidan sus propias recomendaciones de adulto: uno no puede estar todo el tiempo llorando o enojado, al mal tiempo buena cara, y a Dios rogando y con el mazo dando. Uno como adulto sabe, que se debe tomar su tiempo para chillar o sacar el enojo, pero después de ese rato, horas o día, se debe adoptar actitud de resolución, mecanismo de sublimación, dirían los sicoanalistas, es decir, de superación. Pero toda esta cantaleta de adulto, parece insignificante para la gran gran mayoría, que exige enojo o murria extrema para considerar la importancia o gravedad de las cosas. Si le dices a tu hijo: no te bajes de la banqueta, te pueden atropeyar, pasan muchos coches; noooo, tiene qué ser awevo enojado o plañidero, si no, no te hacen tanto caso. Si le dices a un amigo con algo de nostalgia: me corrieron de mi trabajo. No pasa de un "chale", "échale ganas", "no te dejes", "a buscarle", y mamadas así. Si se lo dices exacervado o muy deprimido, es cuando se permiten considerar que eso es cardinal o grave para el emisor, pueden callar o modificar las frases, siendo más honestas y reales.
Esta subvaloración, deja ver que los adultos, lo son solo físicamente, pues mentalmente, siguen siendo niños que se les tiene qué gritar o pedir llorando que no se crucen a lo pendejo las calles, pues de otra forma, los pendejos y pendejas, no entienden.
Me sorprende cómo quien me rodea, principalmente mis amistades y compañeros, por muy intelectuales que se crean, hacen falso contacto al demeritar los elementos del circuito, o peor, hace corto al minimizar o desechar los valores anteriores, para quienes se les hace fácil, o común, mentir, silenciar, ser incoherentes, no teniendo iniciativa, hablando de más, siendo desleales, no siendo sinceros, agazapando su confianza, exigiendo extremos emocionales... frustrando amistades y profesionalismo; y según, queriendo inculcar o hasta presumir virtud en otras gentes, en los adolescentes, en los infantes, demostrando que el problema no es la inteligencia, si no la voluntad, de la cual la inopia los revela; o si es inteligencia, no entiendo qué presumen.
El español es una idioma tan bonito cuando se habla correctamente!!! La Chilindrina.
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