Das man y la existencia inauténtica


Martín Heidegger, filósofo alemán de la primera mitad del siglo XX y clasificado como existencialista, realizó atinadamente un buen trabajo de antropología filosófica (que aparentemente no pretendía) sobre y la crítica de la vida banal que lleva la mayoría de la gente.

Quizá Heidegger no tenga la razón, pero su estudio es muy digno de reflexionarse a la par que el hacerlo y llevarlo a cabo demostraría precisamente que nuestra existencia SÍ VALE LA PENA excusándonos de su crítica.

Das man significa literalmente “el se”. Con lo cual quiere indicar lo impersonal de la gente banal al entregarse a lo que se dice, se hace, se usa. No se vive pues una existencia propia, sino una estándar que no es de uno ni de nadie.


El común, casi todos, viven  esclavizados, alienados por patrones completamente anónimos, pero subordinadores. El poder de la moda, de las costumbres, del “qué dirán”, es un ejemplo.


La gente banal tiene tres características:

1) La falsa curiosidad. El sujeto no profundiza en nada, va de una cosa a otra, sin reparar en alguna. Como si le quitara tiempo para otra nueva experiencia. Vive excitado, inquieto, en todas partes y en ninguna.

2) La charlatanería. El sujeto habla de cosas sin comprenderlas. Simplemente repite lo que se dice y se oye.  Hace o dice las cosas solo porque así se dice.

3) La ambigüedad. Para el sujeto todo tiene aspecto de auténticamente comprendido, pero en el fondo no lo está. Es un espejismo para la curiosidad y un material apropiado para la charlatanería.
 

En contraste el ser auténtico vive con conciencia lúcida de lo que es, y asume la angustia ante la muerte, que es lo más inminente y cierto que todo hombre posee.

Mientras que los banales eluden la muerte y las conversaciones sobre ella; el ser auténtico vive su contingencia, su limitación; sabe que con la muerte termina todo y por ello se anticipa a ella. Dándole sentido real a cada instante que vive.

Aunque el Cristianismo es una puerta a la vida auténtica, irónicamente sus seguidores, al menos en este país, demuestran todo lo contrario con su vida gregaria y poco productiva.

... Y tú, ¿qué eres?... ... Sin mentiras. Pues aunque la mona se vista de seda...

Ser un patriota  y/o un cristiano seudo-curioso, charlatán, y ambiguo... resulta pues en un mexicano fantoche ¿o no? De ahí que:
  

Cada pueblo tiene el gobierno que se merece. –México es mediocre porque su gente es... ... banal, claro–

El que nace para maceta no sale del corredor. –acéptalo mexicanito–


Dime con quien levantas el tarro y te diré quién eres.
– ¡Acéptalo universitario!–

Solo los peces muertos nadan con la corriente. –Sin comentarios –

Sabes hablar güero, los pericos también...
(Libreto de “sangre por sangre”)

Hueles a chorizo puerco...  no niegues la cruz de tu parroquia.
(Libreto de “sangre por sangre”)


¿Qué se puede esperar de un país que le debe su independencia a un cura [con el estandarte de una virgen]!
 (Libreto de “el citrillo”)

Me fastidia que los no genios compliquen mi trabajo.
(Jimy Neutron)

Los cachorros abren los ojos a los diez días. Los tontos nunca.

Si algo esta mal en nuestro statu quo, o peor, si todo esta mal, no es algo fortuito. Sino porque tú lo has permitido. Nadie mas...


Sé útil... Piensa y trabaja. No hagas que tu valor como persona radique en tus órganos... ...

Si eres de aquellos que de vez en cuando hablas de política, de democracia, e incluso la mencionas sin reparo como si fuera el mejor sistema de gobierno por todos sabido e indiscutible, eres sin duda un charlatán que cree que eso está totalmente convenido en el mundo cuando no lo está. E incluso confundes “aristocracia” con “plutocracia”, aun cuando no sepas qué es la plutocracia.

Igualmente, hablar de los partidos políticos, o votar por alguno, sin al menos conocer la filosofía política de los tres más sobresalientes, de tal forma que puedas sostener con seguridad y conocimiento de causa tu simpatía por uno u otro, o ninguno… eres un fantoche que delatas seudo-curiosidad patética.

Si eres de aquellos que de vez en raro hablas de religión, de Dios, ¡de Dios y su existencia! Sin comprender el origen y significado de términos como el de la misma religión; agnosticismo, sincretismo, panteísmo, deísmo, ecumenismo, dulía, canon, dogma, beato, teosofía,… No poder enunciar al menos tres representantes de la Reforma, saber qué es un chiíta, y hasta un curdo. Mencionar al menos un patriarcado ortodoxo, y hasta no poder enunciar al menos tres deidades aztecas… eres por supuesto un charlatán que da lástima y con el que o la que no dan ganas de toparse en una conversación.    

Y por supuesto que la música que escuchas habla también de tu banalidad. Lo primero es reconocer que todos oímos de todo tipo de música, pues es inevitable y sobre todo sería prejuicioso acusar algún grupo, canción o género sin antes conocerlo-bien. Lo segundo es reconocer que quizá nuestros gustos no son lo mejor artísticamente hablando. Y tercero, si no eres capaz de reconocer estas dos cosas,… exactamente, eres corriente.

Y si la mayor parte de tus conversaciones o temas de más afluencia son los deportes y/o la farándula… ni cómo ayudarte, mejor acéptate como eres, no trates de ser lo que no, eso es peor.

Generalmente la gente banal se refugia en la opinión y la creencia. “Yo opino…”, “… es mi opinión…”, “yo creo…”, “yo pienso…”. Que patentan un subjetivismo que no esta dispuesto a negociar con el juicio objetivo y la saludable razón.

Ah, y si crees que leer muchas novelas es sano; peor, que eres valioso (que ser culto es ser valioso) por leer tantas novelas… Mejor toma un curso de mecánica automotriz, carpintería, electrónica,… eso sí es valioso para la movilidad poblacional.

Prueba irrefutable e infalible de banalidad y gentuza, es que muy probablemente desconocías el significado de varias palabras de este texto, y al no acudir al diccionario, demostraste precisamente los tres grandes atributos sugeridos por Heidegger de las personas con existencia inauténtica. Así que, ya no le des más vueltas, y sé lo que eres… lejos de mí.

Por favor si eres chusma, evítanos la pena de conocerte, no deshonres nuestros oídos con tus irrelevantes “diálogos”.

WILHELM

PD me faltaron un chingo de imágenes, y hasta me vi tentado en poner fotos de las que publican en el FB.


4 comentarios:

  1. El texto lo único que muestra es una soberbia intelectualista. El pensar que las personas por no conocer o por estar en unas dinámicas se convierte en algo banal sobre lo cual se puede hablar mal y despreciar. Personalmente, cuidaría el lenguaje y leería con un poco de cuidado a Heidegger y con un poco más de profundidad y análisis. Así no cometería el pecado que usted mismo esta enunciando "La charlatanería".

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  2. Adhiero al primer comentario:
    1. Pésimo uso del lenguaje, Heidegger es un completo "grammar-nazi" (en todo el sentido), y usted escribe como si redactara con los dedos de los pies.
    2. Está empleando un texto para justificar su propia egolatría. Que Heidegger determine como "inautentico" al que es en otro, no implica que aquel que es medianamente famoso sea un malparido, ese pensamiento es suyo. No violente el sentido que el autor quiere dar, haga una sana hermenéutica, no tergiverse.
    3. ¿Sabía usted que Heidegger amaba el fútbol, le iba al Bayern Munich y que Beckembauer le regaló una camisa firmada, que el filósofo con gusto acepto? (google it)
    4. ¿Conoce usted siquiera los conceptos "Sorge" o "Kairos" en la forma en que los emplea Heidegger?
    5. Haciendo un uso de puros argumentos ad-hominem y ad-consequientiam, tal y como usted lo hace en su texto, es decir, siguiendo su logica:
    A mí me late que a usted lo mandaron a leer un textico, o resumen de Heidegger, se embelesó con él, y empezó a formular una serie de arriesgadísimas afirmaciones, que el filósofo nunca quiso decir. Lo que es evidente cuando usted no pone ni una sola cita o un referente directo.
    Cuidado, que el propio Heidegger, por andar buscando "autenticidad" terminó vendiendo a sus amigos para ser el más auténtico. (Discurso de Friburgo)
    En últimas este texto es una tremenda emanación de una inautenticidad, de hecho, suena a alguien ardido y muy molesto por el triunfo de los zoquetes del jet-set y esos que se ganan la vida con actividad física en vez de intelectual. -Como que está confundiendo a Heidegger con Marx-.

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  3. (Léase sonriendo, con ironía, claro está) Gracias por comentar, me encantan estos comentarios... Saludos, y repito, gracias.

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