¿El mundo vale la pena?


La última discusión que tuve con mi alter ego, puso de manifiesto la inestabilidad racional que nos ha causado asumir la adultez y sus responsabilidades. Ha puesto a prueba nuestras convicciones e ideales, a tal punto que desde mi perspectiva, él exageraba mientra yo menguaba...  

Muchos confunden convicción con radicalismo. Y más cuando ciertamente los años concatenados al estudio nos permiten fundamentar con mayor certeza racional nuestra ideología. Si mal uno, yo, comienza su vida adulta con cierta presunción de ser un adulto con criterio fundamentado, a tal punto que uno sí suele comportarse radical. Esa experiencia nos baja de la Luna y nos obliga a reconsiderar ya teniendo los pies en la Tierra.

Muchos creen que soy radical con la Religión, pero nadie me ha visto interrumpir ritos, ni hacer manifestaciones mucho menos terrorismo, estoy convicto y dispuesto a discutir o debatir con los religiosos. Y estoy casado con desvelar las falacias religiosas de forma impersonal (ya vide que de forma personal no funciona, después de algunos años de ver los malísimos resultados :s). Lo malo, como diría el Dr. House, si se pudiera discutir con un tipo religioso, no sería religioso.

Esa discusión con tan eximia persona, me llevó a revaluar o más bien a cuestionarme cosas tan fundamentales como filósofo, que ingenuamente no había realizado, a tal punto que la murria pesimista me invadió y me llevó a dudar si vale la pena luchar o seguir luchando por el bien común:

Trabajo, laboramos para ser de este mundo algo mejor, pero...

¿Qué es el mundo? ¿El mundo vale la pena?, Bueno, primero, ¿qué es el mundo?


¿Quizá los arbolitos, los animalitos y los factores abióticos?

¿O es probablemente solo la humanidad? ¿O todo el conjunto?

En conjunción de "la paradoja de los padres" y "Ser humano" (ver esas reflexiones), principalmente, es que puedo o podemos hacer un razonamiento inductivo (siempre lo he visto como una espiral) que nos indica la vicisitud o prioridades como "pirámide de Maslow", en eso que llamamos "mundo".

Con la autoridad del axioma, que si el ecosistema está mal, el ser humano no puede ni estará bien: agua contaminada, muladares, tala inmoderada, atmósfera contaminada; es garantía de enfermedad y muerte espuria, es la base de la vicisitud. 

¿Esto indica que debo darle prioridad a la ecología? No. ¿Pero de qué me sirve tener un ambiente sustentable si soy incapaz de tener equilibrio personal, familiar, vecinal, municipal, nacional o internacional? Aunque la flora y la fauna resplandezcan en su máxima belleza, aunque viéramos a Bambi salte y salte de felicidad en nuestro nicho ecológico, ¿eso implica un mundo feliz cuando vemos al mariado engañar o golpear a su esposa? ¿El rencor, la envidia, la traición, las riñas pandilleras, la trata de personas, las adicciones, tráfico y maltrato animal, qué papel juegan? 

Surgen las aparentes contradicciones del amor. Primero debe de estar uno bien, en equilibrio para que esto funcione, pero, peeero, quien ama, quien sabe amar, siempre pondrá su vida después de la de sus amores (pareja, hijos, familia, amigos, pueblo). Recordemos esa regla de platino en los Primeros Auxilios, tenemos que estar bien y resguardar nuestra seguridad, para poder ayudar a otros, pero, peeero, en esos instantes ¿a quién chingados le importa su propia vida? Hay un impulso inconsciente por el que uno arriesga o hasta pierde la vida por el prójimo, y más si es alguien que amamos.

¿Qué es el mundo pues? ¿Qué es lo que vale la pena? ¿Qué es lo que vale nuestra vida, nuestro esfuerzo?

Con el aforismo platónico, "buscando el bien de los demás encontramos el propio" es que he conducido mi vida estos últimos años, con el contrapeso aprehendido de Woody Allen que, "no sé la clave del éxito, pero sí la del fracaso, tratar de complacer a todos", con la diferencia resultante, el camino medio (Aristóteles, Buda), es que he considerado:

1) Lo que yo haga o deje de hacer no rescatará la ecología mundial, por ello solo debo concentrarme en mi nicho sin tomarlo personal. Recomendar e inculcar...

2) Es imposible resolver la vida de todos, es imposible agradarle a todos, por ello mi prioridad será mi familia y mis amigos.

3) Continuaré con acciones dirigidas al bien común sin pensar en particulares, hacer pensando en todos, sin siquiera engañarme con utopías.

4) La gran gran mayoría de los seres humanos no valen la pena. Son hipócritas, mentirosos, infieles, traidores, fantoches, asesinos, ratas, aprovechados, no profesionales, egoístas, envidiosos, cuatreros, convenencieros... por ello, al hacer bien, esperar que caiga en el que lo merezca.  

Ser simple es bueno, cualquier cosa te hace reír. Pero el mundo depende de los que después de reír un rato, tienen qué resolver los problemas comunitarios de los que siguen riendo y para ello nacieron.

Y definitivamente, jugando con la Lógica; no puedo asegurar que esta vida sea buena, u otra, pues no tenemos otra para comparar. Es lo que es y no queda de otra que seguir trabajando.

"Amo a la gente por quiero, no porque deba; pero la odio porque debo y no porque quiera"... el que tenga buena voluntad e inteligencia muy por encima del promedio, entienda.

Activista, W.

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