- La educación abierta básica para adultos es una agonía emparedada para el Asesor.
- La gente en general es conchuda, tienes que rogarle para que continúe estudiando, y además lo quiere todo en charola de plata.
- La mayoría quisiera los horarios a su disposición, que vayas a su casa a darle la asesoría y aplicarle exámenes. Y algunos esperan les resuelvas el examen.
- Muchos, ante el menor error del sistema, amenazan con desertar. Y varios lo cumplen.
- Por el otro lado, los encargados de este sector, condicionan (claro que es eufemismo) al Asesor para lograr un egreso superlativo. A como dé lugar tienen que egresar, quedó entendido.
- La deserción y el rezago educativo NO se resuelven con informes anuales de gobierno.
- Las estadísticas, los números anuales de egreso tienen un infame margen de error. Y todo debido a la orden gubernamental para satisfacer sus informes anuales. O pasan o pasan.
- Sabemos, de esos secretos a voces, de la venta de certificados y gente que apenas escribe su nombre y ya tiene certificado de alfabetización, y algunos hasta de primaria.
- El asesor vive entre la espada y la pared, tiene que cumplir la orden gubernamental y humillarse para que el educando "estudie" y presente exámenes (no se dice "apruebe", ya quedó claro que tienen que aprobar).
- Sin embargo hay que enfatizar que la chamba de los institutos de alfabetización y educación básica, es exageradamente más titánica que la escolarizada, en materia social como académica, a saber:
- Como los certificados de primaria y secundaria entregados por estos institutos, son equivalentes a los entregados por las escuelas federales, estatales y municipales; implica que la carga académica es equivalente.
- Académicamente, lo que el infante tiene que aprender en 6 años, 5 días a la semana, 5 horas al día; el adulto lo tiene que hacer en menos de un año; uno, quizás dos días a la semana; dos, quizá 4 horas a la semana!!! (No es que el adulto no pueda hacerlo holgadamente en mayor tiempo, el gobierno no lo quiere de esa forma, hay que entregar informes anuales)
- Peor, socialmente el adulto en general, ya no se cree capaz de aprehender; tiene variedad de responsabilidades que le impiden concentrarse o cumplir con comodidad sus estudios.
- Y peor de lo peor, muchos de ellos desertaron en su infancia por su fracaso escolar. Y ahora con muchos más obstáculos tienen que aprender y aprobar.
- De allí la manita de gato por parte del gobierno.
- Mientras el gobierno siga exigiendo números fijos de egreso anuales, JAMÁS dominará, mucho menos abolirá el rezago y deserción educativa. Seguirán vendiendo de gato por liebre.
- Ante tales obstáculos presentados por el adulto (familia, empleo, "menor sinapsis", "sentidos disminuidos", etc.) ¿se puede en verdad lograr con calidad dominar el rezago y deserción educativa? Sí, claro que se puede; más allá de los obstáculos gubernamentales.
- Pero lo primero es no encuadrar las estadísticas.
- Y en segundo una filosofía pragmática o utilitarista que beneficie tanto al educando como las expectativas gubernamentales.
- Pueden checar varios de los documentos adjuntados por su servidor y lucubrar con mayor formalidad el problema de la educación básica para adultos que parece a nadie le importa, a nadie. Ni a los mismos educandos, pues solo quieren su papel, ni a las autoridades, que solo quieren números, ni a los estudiosos, cuyas investigaciones doctorales las pueden hacer bachilleres concienzudos. Y mucho menos la gente en general, que tiene más cosas por qué desvelarse que si un analfabeta aprende a leer o no.
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