Antes de echarme a la cama, y de que se me vaya el avión...
Pragmáticamente hay dos clases de días festivos: laicos y religiosos.
Desde muy antaño y sobre todo desde mi adultez concienzuda, he mostrado apatía a estos días, sea el que sea. Y en gran parte se debe a la hipocresía e ignorancia de parte de los festejantes.
Prefiero el cinismo juvenil que solo busca pretextos para divertirse, pero me cuesta ser indiferente ante la sujeción sonámbula de mucha gente.
Como ciudadano de Occidente heredero de la cultura judeocristiana, solo agradezco a Jesús de Nazaret darme muchos días de asueto al festejar su vida y su muerte; Dios lo tenga en su santa gloria.
Pero una cosa es que esté agradecido por el "descanso" que me proveen los aniversarios de Jesucristo, y otra la hipocresía e ignorancia que pulula en los creyentes festejantes.
Muchos sabemos de la gran simonía que se genera con los aniversarios de Jesucristo, más negocio que sacrificio. Sabemos cómo el capitalismo seduce a la mayoría de forma descarada, y de forma sorprendente uno es catalogado de "Grinch" o "señor Scrooge (Scruch)", o hasta de ateo por no festejar con ellos. Esta realidad capitalista simoníaca debería ser suficiente para el creyente honesto (poca cosa) y festejar en serio, con sacrificio y no con compras o vacaciones superficiales. Estamos en una época en donde las familias disfuncionales abundan y se reunen para las fotos en dichos días, que fuera de ellos viven de forma desgraciada.
¿Por qué no festejo Navidad? En síntesis, porque es una simonía hipócrita de las familias disfuncionales. No festejan Navidad, festejan Noche Buena. Jesús de Nazaret no nació el 25 de diciembre ni 7 de enero como festejan muchos cristianos de Occidente u Oriente, respectivamente. Y Jesús, ni nació de una virgen ni mucho menos es Dios.
El año tiene 365 días, y es muy hipócrita esperar 364 para reunirse, abrazarse, regalarse, desearse lo mejor. Su servidor, pagano y consciente de esta realidad plástica, a fomentado y degustado la amistad de su familia, me esfuerzo por ver a mi mamá y mis hermanos cada semana, platicar, comer y ver películas, que es nuestra afición favorita como familia ¿que somos una familia modelo y funcional? Para nada, pero desde mi trinchera pagana me esfuerzo por eliminar la hipocresía perniciosa detrás de los días festivos religiosos en mi familia, y ser genuinos en nuestro sentimiento como familia. Los amo, ellos lo saben, me aman, lo sé. Y sé que muchos no pueden decir lo mismo de sus familias en sus fiestas religiosas.
¿Que soy un amargado por no festejar? ¿Que me molesta la Navidad? Ninguna, bueno, quizá la primera. No me molesta la Navidad, me molesta la hipocresía y simonía. Me gusta el ambiente navideño en este hemisferio norte; lucecitas, frío, tamales... pero una cosa es que me guste y otra que esté de acuerdo con su autenticidad. Januká también es una fiesta decembrinas muy agradable, pero muy pocos cristianos mexicanos conocen esta fiesta judía.
¿Por qué no festejo Semana Santa y Pascua? La razón anterior es lema de esta pregunta. No creo en un Dios malo como los cristianos. No creo en el Pecado Original ni en la redención de los pecados por la muerte y resurrección de Jesucristo. Si en mi mamá es impensable desearme el mal, mucho menos en Dios. Mamá no me castigaría por la culpa de otros, mucho menos Dios. ¿Y de qué sirve mi justificación si al cabo sus creyentes están de vacaciones?
¿Por qué no festejo Día de Muertos? Soy mestizo y no me siento identificado con las costumbres indígenas. Mi cultura nacional comprende desde el 27 de septiembre de 1821 a la fecha... Respeto y protejo el patrimonio nacional, pero ello no implica simpatizar con las costumbres indígenas.
¿Por qué no festejo Halloween? Si no me identifico con mis propias fiestas nacionales y culturales de origen latino, mucho menos con las anglosajonas de origen celta. Está chida la fiestesilla, pero qué weva ponerse disfraz y pedir calaverita... ni de niño lo hice.
¿Por qué no festejo el día de las madres o el cumpleaños de mi mamá? No puedo esperar cada año para demostrarle que la amo, a la semana ya me siento desesperado por estar con ella comiendo, platicando y viendo películas, y cuando hay tiempo y feria, ps una salidita al restaurante o al cine u otros lugares. Y sobre todo, siendo un buen ciudadano del que ella sé que se siente orgullosa, con pesar por estar contra la corriente, pero honra mi convicción.
Prefiero decir: "próspero año nuevo" que "feliz cumpleaños", prefiero desearle buena vibra en los próximos 365 días, que el de uno solo.
¿Por qué no festejo el día del amor y la amistad? Por razones análogas al del día de la madre y Navidad.
Sé que lo que relato de mi familia y yo suena presuntuoso y hasta increíble, pero a mi me parece más increíble cómo la hipocresía abunda en las familias que conozco (muchísimas) y festejan como si nada, como si fueran las familias ejemplares.
Sin más por el momento, que todo sea para bien.
Honesto, W
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